- ¿Cualquier cosa? - Claro, incluso cualquier idiotez aquí es válida. Estrechó entre sus labios el porro, dio una calada profunda y entonces, lo supo. - Vale, cualquier cosa alejada de él. Nada que tenga que ver con su vida y su radiante galantería de un domingo por la tarde,- alzó la cabeza al cielo, extasiada, y continuó haciéndose notar,- Nada de flores, ni de lunas cercanas a Marte. Tampoco estrellas, ni botellas que encierren mensajes secretos. Nada de esta ciudad, ni de sus impertinentes calles... - Entonces... ¿nada de nada? Volvió a cerra los ojos. Lo sabía, aún quedaba algo. - Nada,... excepto el fuego de sus ojos. |
!doctype>

lunes, 4 de julio de 2011
'Y si quieres ser algo, sé lo que tú quieras'.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario