miércoles, 22 de diciembre de 2010

Podría ser.

Hoy es esa clase de día en el que todas las nubes se juntan de repente y su tormenta cae encima de ti. Hoy también es esa clase de día en el que he perdido casi todas las esperanzas que me quedaban para seguir luchando por algo. También podría decirse que es el día en el que casi me acerco a ti y te lo grito todo. O quizás no, quizás solo hubiese podido mirarte unos pocos segundos a la cara y luego soltarte de forma absurda un típico 'Feliz Navidad'. Si hubiese tenido valor, que en estos momentos creo carecer de él, te lo hubiese contado. Te hubiese llamado por tu nombre y te hubiese dicho: hey, no puedo sacarte de mi cabeza. Y a lo mejor no pudiese haber añadido algo más si quisiera porque quizás tu hubieses soltado una carcajada, esa que quizás no quiero oír. Y si no te hubieses reído, ¿cuál hubiese sido tu reacción? De todas formas, dejando a un lado el sentido del ridículo, me hubiese desahogado. Te lo habría dicho, y a partir de ese momento las cosas cambiarían, no sé si para bien o para mal, pero cambiarían. A lo mejor esa es la única forma de abrir los ojos de una vez, de ver si estoy perdiendo el tiempo. ¿Amar a alguien es perder? Está claro que si no arriesgas no ganas, pero... ¿no sientes miedo de caer después de arriesgar? Y si nadie te coge en ese momento, te desplomas contra el suelo. Tampoco puedo pasarme la vida esperando un tipo de señal que sin duda no llegará. Estás dentro de mí, desde hace tanto tiempo... ¿Me creerás si te digo que eres la única persona por la que estoy realmente segura de sentir algo? De sentir algo tan fuerte que por eso sigo aquí hoy. Esta es la única forma que tengo para que al menos veas un poco de mi interior aquí, un trocito de lo que llevo dentro. Quizás lo leas por curiosidad, quizás te preguntes de quién estoy hablando, y posiblemente no te des cuenta de que eres tú. ¿Te lo has preguntado alguna vez? ¿Te has preguntado alguna vez si es posible que esa persona a la que amo seas tú? Siendo sincera, no sé que más puedo hacer, porque como he dicho antes, estoy dispuesta a caer, pero solo si sé que tú vas a estar ahí para cogerme. El día en que te des cuenta de lo que me importas, piénsatelo; entonces ya no tendré miedo de caer en ningún vacío.