lunes, 8 de agosto de 2011

Los dos flotamos,

en esta nube inmensa,
en esta inmensa gravedad


Los dos miramos,
un mismo camino,
un mismo despertar


Los dos amamos,
una noche de estrellas,
un 'contigo' y un 'será'


Los dos sabemos,
que no es difícil,
ser un 'dos' en este mar

Quizás deberías saber...

que en aquel paseo sobre el Sena no pude evitar acordarme de ti, y tus ojos tenían más poder que la mismísima Luna Llena;
que hacen falta más de cien helados sibaritas para acabar con la dulzura de tus manos;
que odié no encontrarte por casualidad en alguna parada del metro;
que las tormentas de París no son lo mismo sin un beso entre medias;
que es horrible caminar por los Campos Elíseos sin tener una mano a la que coger;
que la torre Eiffel no es ni la mitad de bonita si no estás cerca para darle tu luz;
que las calles, los barrios y la gente parecen todos iguales en comparación con todas esas cosas que me gustaría contarte ahora mismo.


Ya ves, me cuesta decirte, que ni París ha podido contigo.