
Quien iba a decirme que después de tantos años de amistad, tú quisieras echarlo todo a perder ahora. Podría preguntarte por qué, o tal vez podría echarme a llorar en una esquina y ver cómo te marchas, tragándome culpas que ni si quiera me pertenecen. Está bien, dices que me cabreo por nada, que quieres seguir tu propio camino, a tu manera. Cuando pasan los años y tienes contigo a una persona, y sobre todo a una persona a la que quieres, que consideras tu amigo, que confías en que siempre va a estar a tu lado, en las buenas y en las malas partidas de la vida, dándote su apoyo cuando lo necesites, creas un plástico que lo envuelve, creas una pequeña perfección propia, que defiendes a muerte cuando alguien intenta sacar algún defecto de él. La verdad es que no sabemos ver: nos negamos a tirar de la tela que envuelve la verdad. Porque cuando la verdad sale a la luz, el pánico entra en el corazón del ser humano, y eso es algo que todo el mundo intenta evitar. No lo entiendo, simplemente no tiene explicación alguna, ni una maldita explicación racional que pueda atravesar la cabeza de alguien en segundos, que vaya directa al cerebro, y que esta sea aprobada por el corazón. ¿El número de personas nuevas que entran en tu vida es proporcional al número que se va de golpe? ¿Así sin más? ¿De repente? Si es así, no me gusta nada ese cálculo. En lo que llevo de año, han aparecido en mi vida dos nuevas personas, dos criaturas como tú y como yo, pero que tienen algo especial, y ya no sería capaz de seguir sin ellas en mi vida. Sin embargo, se han ido tres, tres personas que hasta ahora no hubiese cambiado por nada en el mundo, tres personas maravillosas, tres personas a las que sin duda, les haría falta más de veinticuatro letras en el abecedario para definirlas, y más de veinticuatro horas para contarte quiénes son, cuál es su historia. Se van, se han ido de mi vida, y lo peor de todo, es que no ven nada que merezca la pena para quedarse, no puedo ofrecerles nada que les interese. Si estoy en lo cierto, esta vida es un cálculo matemático mal hecho; no venía con manual de instrucciones, no venía con soluciones al reverso...
después de tres años te irías, me hubiese detenido y le hubiese golpeado, porque ahora todos están mal, y lo se mejor que nadie; dijiste que era para siempre y por siempre, quién diría... You'd be long gone I'd stand up and punch them up Cause they're all wrong I know better Cause you said forever And ever Who knew http://www.youtube.com/watch?v=bPj7TxFGqzw |