sábado, 29 de enero de 2011

Quién sabía...






Quien iba a decirme que después de tantos años de amistad, tú quisieras echarlo todo a perder ahora. Podría preguntarte por qué, o tal vez podría echarme a llorar en una esquina y ver cómo te marchas, tragándome culpas que ni si quiera me pertenecen. Está bien, dices que me cabreo por nada, que quieres seguir tu propio camino, a tu manera. Cuando pasan los años y tienes contigo a una persona, y sobre todo a una persona a la que quieres, que consideras tu amigo, que confías en que siempre va a estar a tu lado, en las buenas y en las malas partidas de la vida, dándote su apoyo cuando lo necesites, creas un plástico que lo envuelve, creas una pequeña perfección propia, que defiendes a muerte cuando alguien intenta sacar algún defecto de él. La verdad es que no sabemos ver: nos negamos a tirar de la tela que envuelve la verdad. Porque cuando la verdad sale a la luz, el pánico entra en el corazón del ser humano, y eso es algo que todo el mundo intenta evitar.

No lo entiendo, simplemente no tiene explicación alguna, ni una maldita explicación racional que pueda atravesar la cabeza de alguien en segundos, que vaya directa al cerebro, y que esta sea aprobada por el corazón. ¿El número de personas nuevas que entran en tu vida es proporcional al número que se va de golpe? ¿Así sin más? ¿De repente? Si es así, no me gusta nada ese cálculo. En lo que llevo de año, han aparecido en mi vida dos nuevas personas, dos criaturas como tú y como yo, pero que tienen algo especial, y ya no sería capaz de seguir sin ellas en mi vida. Sin embargo, se han ido tres, tres personas que hasta ahora no hubiese cambiado por nada en el mundo, tres personas maravillosas, tres personas a las que sin duda, les haría falta más de veinticuatro letras en el abecedario para definirlas, y más de veinticuatro horas para contarte quiénes son, cuál es su historia. Se van, se han ido de mi vida, y lo peor de todo, es que no ven nada que merezca la pena para quedarse, no puedo ofrecerles nada que les interese.

Si estoy en lo cierto, esta vida es un cálculo matemático mal hecho; no venía con manual de instrucciones, no venía con soluciones al reverso...



If someone said three years from now
Si alguien me hubiese dicho que de
después de tres años te irías, me hubiese detenido y le hubiese golpeado, porque ahora todos están mal, y lo se mejor que nadie; dijiste que era para siempre
y por siempre, quién diría...
You'd be long gone
I'd stand up and punch them up
Cause they're all wrong
I know better
Cause you said forever
And ever
Who knew

http://www.youtube.com/watch?v=bPj7TxFGqzw


jueves, 27 de enero de 2011

Cuando veas la luz, avísame.


Estaré aquí esperando, con las maletas hechas, lista para despegar. Dejar atrás todo, correr y no volver la vista. Huir, qué más da. Miro hacia un lado, hacia otro, y todo el mundo me dice: 'algo bueno tiene que haber'; pues la maldita realidad es que en estos momentos no hay nada bueno, te lo has llevado todo. Es como si, a partir de la decisión que tomé, lo demás se hubiese evaporado, nada encaja en su sitio, nada funciona. ¿Dónde están las piezas? Dime, ¿dónde se supone que deben encajar? Todo lo que hice, todo lo que soñé, no ha servido de nada. Por eso quiero abandonar, quiero pasar de toda la humanidad, del existencialismo y del humanismo, de los pasos que doy al caminar. No quiero saber nada, a partir de este momento voy a tapar mis oídos, y junto con mis ojos ya no habrá nada que percibir. Tú y tu sombra quedáis muy lejos de aquí, tan lejos que ni si quiera puedo gritar y que me oigas. 'Rescátame' , es lo que chillaría, aunque lo más probable es que dejases que me ahogue...



Dicen que cuando mueres, una luz inunda todo lo que te rodea, una luz tan radiante y hermosa, que eres capaz de olvidar lo que te tiene o te ha tenido atado a la Tierra. En ese momento tus alas, que han estado escondidas durante tanto tiempo, despegan hacia el infinito, parten en un vuelo junto a ti, pero no regresan nunca. Te vas, y por lo que se sabe de manera universal, no vas a ser capaz de volver jamás. Si algún día te la cruzas por la calle y te comenta que se dirige a despojar la vida de alguien, dale mi dirección, dile que es urgente.

miércoles, 26 de enero de 2011

Difícil.

Voy cumpliendo con lo que te dije. Te esquivo, te evado de mis pensamientos, me recreo en otros... En fin, hago lo que puedo, pero las cosas no van tan bien como creía. Dibujo sonrisas en mi cara cuando ni siquiera tengo ganas de hacerlo. Río, pero las notas musicales que salen de mi garganta son amargas, no tienen sentido alguno. Es tan fácil disimular que todo va bien... Aunque ni si quiera tengo ganas de escribir, no encuentro inspiración en ninguna parte. Sé que saldré de esta, tarde o temprano, encontraré la manera de seguir, algo que me invite a quedarme. Tiempos difíciles para el olvido, quién diría...