sábado, 16 de abril de 2011

-.

Haces que fumar forme parte de tu teatro, ¿hay algo más en tu guión que debería tener en cuenta?
.-

viernes, 15 de abril de 2011

Esta noche.

Esta noche el suelo va a vibrar, todo va a estar a la altura de mis pies, mis tacones van a volar alto. Azul en mis piernas y rojo en mi boca, atisbos de luz en ti. Ten cuidado, ya quedas sobre aviso, porque si logro estar a menos de dos metros de ti, será el fin del mundo.

jueves, 14 de abril de 2011

Tu escribes canciones de amor,

y yo palabras que ni si quiera llegan a alcanzarte.

Déjame que te cuente...

Que estos últimos días se están haciendo más insoportables de lo normal. No te he visto por ningún sitio y has dejado que mi cabeza vuelva a provocarme mareos, y miedos, y dudas. No sé tú pero yo estoy harta de tener que andarme siempre con lo mismo, de tener que valorar la felicidad de otras personas antes que la mía. ¿Por qué una cosa tan sencilla cómo querer a alguien puede desencadenar en todo esto? Verte ahí todos los días, ver cómo podría estar a tu lado, y tener que morirme aquí con mis ganas. Con lo sencillo que sería... una palabra, solo eso, y al mundo que le den por el culo, yo solo quiero ser feliz contigo. Dime de qué sirven todos esos murmuros, el 'qué dirán', toda esa mierda. ¿Por qué no empezar a pensar un poco más en ti? En lo que quieres, en lo que deseas. Si nos pasamos toda la vida meditando lo que podría suponer una decisión, cuántos saldrían heridos, cuántos podrían salir por patas... ¿merece la pena? No sabes lo que pesa una sonrisa en mi cara cuando ni si quiera tengo ganas de vestirla, cuando tengo que fingir que estoy de maravilla. No voy a seguir engañándome a mi mísma, así que, si las cosas se quedan igual de frías que siempre, no esperes verme sonreír. Y si lo hago alguna vez, será para no tener que escavar mi propio agujero y hundirme allí, en frente tuya. ¿Cuánto va a durar esto? Ni yo misma estoy segura de poder aguantar un día más sin decirte lo que llevo tanto tiempo escondiendo a tus ojos, el fuego que se alimenta de mí. ¿Sabes? Estos días también me he dedicado a pensar cómo sucedería esa escena, como avanzaría hasta a ti sin meditarlo más de tres veces, como el mundo se pararía en un tiempo infinito de tres segundos, cómo te vomitaría mis palabras delante de quién sabe cuántas personas, cientos de miradas clavadas en mí, y luego... luego esa parte está totalmente en blanco. Nunca se me ha dado demasiado bien predecir los finales.

lunes, 11 de abril de 2011

Mi pequeño señuelo.

Es así. Por una vez en mi vida, me siento como una basura espacial, porque le retengo secuestrado, accidentalmente, por si acaso las cosas se ponen más chungas de lo que están. Le estoy utilizando mientras que tú bailas en la cuerda de equilibrio, mientras que te decides entre venir o quedarte ahí como siempre, sostenerte en una nube más del firmamento. Que no estaría mal, porque eres hermoso y todo lo que brilla ahí arriba tiene un significado, según todas esas personas importantes que escriben cuentos para niños. Pero sería aburrido y repetitivo, ya que si me vuelvo egoísta como lo estoy siendo en estas últimas semanas, me cuesta avanzar sabiendo que existe la opción de tenerte más cerca. ¿Es mucho pedir? Sufriendo un ataque repentino de optimismo, debería decir que no creo que sea tan difícil conseguir algo por lo que luchas desde hace siglos, aunque también sea lo mismo por lo que caes una y otra vez. A los humanos nos gusta equivocarnos, tropezarnos con la misma piedra y seguir en el ruedo, pensando que la próxima vez será la definitiva. Todo tiene sus inconvenientes, pero de verdad que sería capaz de dejarlo todo solo por probar un poquito de tu cielo, que en este infierno ya está empezando a hacer calor, y me abraso por momentos.