viernes, 4 de noviembre de 2011

Lo siento.

''So this is where you are
And this is where i've been
Somewhere between 
Unsure and a hundred''







¿Hacia dónde íbamos?
.

martes, 1 de noviembre de 2011

Se dejó caer en la silla, se desplomó.


Por primera vez en su vida fue consciente de lo que pasaba a su alrededor. Miles de personas enfermas descansaban como podían en cada una de las habitaciones de aquel lugar, aquel hospital que empezaba a estremecerle. Largos pasillos de color blanquecino se abrían en medio de quién sabe cuántas noticias malas que transcurrían allí a lo largo de todo un día. Mensajes como ‘tiene usted cáncer’ o ‘es mucho mejor de lo que pensábamos’. Pero a ella le había tocado el lado malo de la moneda esta vez. A partir de ahora, sería mucho más difícil ser amiga de la normalidad.

domingo, 30 de octubre de 2011

Más que nada, era el sabor

La miel que dejabas sin saberlo todos los días. ¿Todavía no comprendes que eras algo por lo que seguir soñando? Inspiración, yo no sabía que era eso hasta que te conocí. Quizás no lo recuerdes, pero es algo que yo guardo en mi memoria con un candado, y cuando me apetece, lo revivo, y es como si volviese a ser ayer. Ese día, el día en el que calaste hondo en un alma sin sentido, a golpe y porrazo, sin preguntar. Me di cuenta, tonta de mí, que llevaba enamorada toda mi vida de ti, toda una vida sin saberlo, todo un siglo preguntándome dónde estaría, quién sería la persona. Y te guste o no, eras tú.

- Porque es un secreto y punto.


-¿Y una mentira a medias?
-Eso siempre seguirá siendo una mentira.

Lo sé,

sé que van a pasar muchas Navidades, unas cuantas noches de fin de año e infinitos cumpleaños sin poder evitar acordarme de ti. Ayer lo estuve hablando con ella, (ya sabes, esa única musa que consiguió mantenerte durante más de cinco segundos sin respirar el día en que la conociste, aquella que se ocupó de que volvieses a coger una brocha entre tus dedos y pintar), y me comentó lo que ya me temía. Al igual que todo el mundo, ella tampoco se lo esperaba. ¿Para qué abandonar un mundo en el que casi todo lo que te rodea se acerca simultáneamente a la perfección, una vida llena de personas que te quieren, una familia y un arte al que brindar algo de tu propio ser? Por más que busco, no hallo respuestas. No quiero entender que fuese eso lo que buscabas, que quisieras desaparecer del todo, para siempre. Ya sé que han pasado casi seis años pero, qué quieres que te diga, no me acostumbro a estar sin ti. Ella tampoco. Llámame antigua, reclamante de sueños perdidos... ¿Quién no iba a echarte de menos después de ver cómo muere el Sol una lánguida tarde de verano?