El mundo está loco,
unos días me llegan noticias desde tu viejo aeropuerto, de repente se quedan inconscientes todos los malentendidos atropellados por mí, y en una hora exacta y equilibradamente calculada, llega tu voz. A lo lejos, entre las sombras, en tu anhelo. Y aprender a leerte entre líneas cuando afirmas que las cosas van bien, cuando en realidad van realmente mal.
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